Martínez
Fernández, D. M. (2023). Gerencia educativa: liderazgo y gestión del cambio
planificada. Kuaapy Ayvu, vol. 14 (núm. 14), pp. 127-148.
INAES Publicaciones. ISSN 2224-7408. CC BY NC SA 4.0
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Recibido el 29/5/2023 -
Aceptado el 14/9/2023
Artículos
Gerencia
educativa: liderazgo y gestión del cambio planificada
Educational
Management: Leadership and Planned Change Management
Gestão da
educação: liderança e gestão de mudança planejada
Derlis M. Martínez
Fernández
Instituto
Nacional de Educación Superior (INAES):
Asunción, Paraguay
https://orcid.org/0009-0001-6938-8563
Resumen
El
objetivo de este trabajo es explicar que, para que realmente funcione, el
cambio se debe organizar y planificar a los efectos de definir aquello más
necesario, emergente y urgente dentro de la organización. Por esto, se
presentarán las principales ideas acerca del «cambio planificado» y una
descripción sobre el cambio como un fenómeno que no ocurre eventualmente, sino
que debe ser un proceso inherente a las organizaciones. Se ha empleado el
método de la revisión de producciones bibliográficas referidas a la
planificación estratégica, como base para posteriormente utilizar las
referencias de planificación dentro de la gestión educativa. Los resultados se
presentan en dos apartados, pasando por la explicación de lo que debe ser la
gestión del cambio desde el punto de vista gerencial, específicamente la
gerencia educativa de las instituciones de educación superior, hasta la
planificación de ese cambio. En conclusión, se ha podido determinar que las
decisiones deben tomarse desde un liderazgo gerencial con enfoque de cambio
constante, mediante la praxis administrativa basada en la planificación; esto
garantiza, no solo el éxito de la organización, sino también que la gerencia
esté a la vanguardia de las decisiones que favorezcan al cambio.
Palabras clave
Liderazgo, gerencia, educación superior,
planificación, cambio.
Abstract
The aim of this paper is to explain that, for it to
really work, change must be organized and planned to define the most necessary,
emerging, and urgent needs within the organization. To achieve this, the main
ideas about "planned change" and a description of change as a
phenomenon that does not occur occasionally, but must be an inherent process of
organizations, will be presented. The method of reviewing bibliographic
productions related to strategic planning has been used as a basis to subsequently
apply planning references within educational management. The results are
presented in two sections, covering the explanation of what change
management should be from the managerial point of view, specifically the
educational management of higher education institutions, to the planning of
that change. In conclusion, it has been determined that decisions must
be made from managerial leadership with a focus on constant change, through
administrative praxis based on planning; this guarantees not only the success
of the organization but above all that management is at the forefront of making
decisions that favor change.
Keywords
Leadership, management, higher education,
planning, change.
Resumo
O objetivo deste trabalho é explicar que, para que
realmente funcione, a mudança deve ser organizada e planejada para definir o
que é mais necessário, emergente e urgente dentro da organização. Para isso
serão apresentadas as principais ideias sobre «a mudança planejada» e uma
descrição da mudança como um fenômeno que não ocorrerá eventualmente, mas deve
ser um processo inerente às organizações. Foi empregado o método de revisão de
produções bibliográficas referidas ao planejamento estratégico como base para
posteriormente utilizar as referências de planejamento dentro da gestão
educativa. Os resultados são apresentados em duas seções, passando pela
explicação do que deve ser a gestão da mudança desde o ponto de vista
gerencial, especificamente a gerência educativa das instituições de ensino
superior, até o planejamento dessa mudança. Concluindo, foi possível determinar
que as decisões devem ser tomadas a partir de uma liderança gerencial com
abordagem de mudança constante, por meio da práxis administrativa baseada no
planejamento; isso garante não apenas o sucesso da organização, mas sobretudo
que a gerência esteja na vanguarda das decisões que favorecem a mudança.
Palavras-chaves
Liderança, gerenciamento, educação
superior,
planejamento, mudança.
1. Introducción
La palabra cambio ha sido sobreutilizada.
Frases como «hay que cambiar», «debe haber cambios profundos», «si no cambiamos
no podremos mejorar», son tan solo algunas de las de uso coloquial en las
organizaciones.
El filósofo presocrático Heráclito (conocido
como el filósofo del devenir o del cambio, por las ideas que planteaba en su
filosofía), expresaba su visión con la siguiente cita: «Lo único que es
constante es el cambio». Esta idea del siglo IV a. e. C. no está
desactualizada, al contrario, tiende a adquirir más vigencia con el tiempo.
La idea de cambio, de hecho, es algo que debe
formar parte de todas las organizaciones, y con mayor razón aquellas en donde
la educación superior es la misión. Recordemos que también decía Heráclito:
«Ningún hombre pisa dos veces el mismo río, porque no es el mismo río y él no
es el mismo hombre». En atención a esto, las funciones de las IES deberían
estar orientadas al cambio; si el ser humano no se moja dos veces en el mismo
río, es debido a que la gestión debe ser una constante dentro de las IES, para
formar hombres y mujeres que ya no sean la misma persona en diferentes
coyunturas y contextos.
Desde estas ideas nacientes se puede expresar
«el cambio planificado», y una clara idea de que el cambio no es un fenómeno
que ocurre eventualmente, sino que debe ser un proceso inherente a las
organizaciones. Lo que se debe organizar es que dicho cambio sea planificado, a
los efectos de definir aquellos más necesarios, emergentes y urgentes dentro de
la organización. En efecto, debemos aprender qué factores tienen que ser
gestionados y planificados para que el cambio sea un aliado más en el
fortalecimiento de la organización.
Sobre lo mencionado anteriormente, resulta muy
interesante ahondar dentro de la gestión planificada del cambio.
Haciendo una lectura de la obra Gerencia Educativa Emergente (García y
García, 2016), hay varias ideas que toman más fuerza, ya que este libro comienza
con una reflexión epistemológica acerca de la importancia de que la dirección
educativa esté fundamentada en criterios epistemológicos tendientes a que los
cambios formen parte de la planificación: a lo que se suma la idea de que esta
no debe escapar de unas bases filosóficas bien definidas que orienten y
sustenten los procesos de gestión, agregando el componente tecnológico para una
mejor praxis administrativa y gerencial.
2.
Método
La metodología empleada ha sido la revisión de
producciones bibliográficas referidas a la planificación estratégica, como base
para posteriormente utilizar las referencias de planificación dentro de la
gestión educativa y observar las implicancias que estas poseen dentro de la
gerencia educativa. Esto ha permitido identificar criterios de búsqueda
bibliográfica asociados a la gestión educativa en contextos planificados como,
por ejemplo: la gestión y la planificación educativas, especialmente los
referidos a la educación superior.
Los resultados serán presentados en dos
apartados, pasando por la explicación de lo que debe ser la gestión del cambio
desde el punto de vista gerencial, específicamente la gerencia educativa de las
Instituciones de Educación Superior (IES), hasta lo que implica el rol de la
planificación para lograr el cambio en la gestión de las IES.
3.
Discusión
3.1. Las IES como organizaciones
para el cambio
Antes de escribir este artículo, ha surgido el
planteamiento de que, si la planificación estratégica es una herramienta
necesaria para conducir a las organizaciones al cambio y al éxito en sus metas,
¿por qué sigue siendo un problema su implementación? La respuesta es la
siguiente: es una herramienta que muchas veces está guardada, tal vez utilizada
en algunos momentos solo con fines de justificar la visión y/o misión de una
organización.
En general, las organizaciones trabajan para el
logro de sus metas, para crecer, para posicionarse dentro del mercado o en la
sociedad, para ser reconocidas en su ámbito y, por sobre todas las cosas,
apuntan a tener éxito. Además, en general, apuntan a mantenerse en ese mismo
nivel de éxito y para ello implementan las acciones necesarias que le permitan
lograrlo, con el talento humano formado, capacitado y que se desarrolla en el
área donde pueda alcanzar de la mejor manera sus potencialidades, en relación con
el logro de las metas de la organización.
Tal vez este inicio nos pueda parecer ciertamente
relacionado con alguna empresa –lo cual es muy posible–, pero también hoy por
hoy nos referimos a las instituciones de educación superior: IES. A este
respecto, las IES no escapan de estas cuestiones, pues deben ser eficientes
para poder lograr las metas propuestas, que no solo tienen que ver con la
enseñanza y el aprendizaje, sino que con un mecanismo de aseguramiento de la
calidad educativa que las obliga (por así decirlo) a ponerse a la vanguardia de
procesos, los cuales contribuyen a posicionarlas como instituciones de
prestigio, por lo que la gestión dentro de una IES cobra importancia capital.
Los conceptos que se han mencionado:
organización, eficiencia y gestión son términos íntimamente ligados al de
planificación, que es «una herramienta de gestión que permite apoyar la toma de
decisiones de las organizaciones en torno al quehacer actual y al camino que
deben recorrer en el futuro para adecuarse a los cambios» (Armijo, 2011, p.
31). En este mismo orden de cosas, vemos que para encontrar el camino, en
cualquier organización o en las IES, se debe tener bien claro qué tipo de pista
o sendero se recorrerá si se quiere desarrollar con eficacia el logro de sus
objetivos; pero, lo más importante es que no solo se trata de una manera de
hacer, de un camino a seguir, sino además de una importante herramienta de
apoyo para que el nivel directivo pueda tomar las decisiones orientados a
cambiar el rumbo de la organización, si es necesario.
Si hasta el momento encontramos ideas claras,
como organización, eficiencia, gestión, ahora le sumamos el de toma de
decisiones que trae consigo el de liderazgo. Según García y García
(2016), el liderazgo es:
El proceso de
influencia, es decir, de influir en las personas para que se esfuercen
voluntaria y entusiastamente en el cumplimiento de las metas grupales. Lo ideal
sería que se alentara a los individuos a desarrollar, no solo su disposición a
trabajar, sino también a hacerlo con pasión y seguridad en sí mismos: «Los
líderes contribuyen a que un grupo alcance sus objetivos mediante la máxima
aplicación de sus capacidades. Precisamente, ésta es la llave que abre la
puerta a la necesidad del Liderazgo dentro de las organizaciones educativas.
(p. 29)
En efecto, una organización debe contar con un
liderazgo que le permita definir el cambio necesario a la estructura, para
adecuarse a las nuevas necesidades del entorno. Esto es clave, ya que implica
tomar decisiones y que estas se lleven a cabo con la visión del liderazgo de
conducción, desde los niveles de toma de decisiones en una organización.
Por todo esto, a sabiendas de que la
planificación es un concepto que se asume conocido por todos, es que nos hemos
planteado el siguiente cuestionamiento, tal y como lo ha dicho Armijo: «si la
planificación es una herramienta que asegura el éxito de la organización, ¿por
qué en las IES sigue siendo un problema cultural?» (Armijo, 2011, p. 31).
La sistematicidad de la planificación debería
ser hoy en día una constante en la organización de las IES. Sostiene Armijo
(2011) que la falta de cultura de planificación constituye una dificultad para
avanzar, y a esto le sumamos el poco valor que les imprimen los directivos a
los estamentos encargados de la planificación.
Por otra parte, se debe atender que:
Para
garantizar el desarrollo y éxito de las organizaciones educativas es necesario
contar con un gerente que posea un liderazgo orientado hacia la búsqueda del
bien común, que dé el ejemplo y sea modelo para todos los miembros de su
organización. (García y García, 2016, p. 29)
Entonces, en las instituciones educativas, para
el desarrollo del éxito se requiere de un gerente que oriente las
decisiones que se tomen, considerando que en el nivel directivo es donde hay
que dirigir la iniciativa y decisiones. Estas decisiones deben estar orientadas
no solo al logro de las metas institucionales, sino además a ponerse a la
vanguardia de las exigencias del medio social, y para ello se requiere de toma
de decisiones que sigan el camino de la satisfacción de las nuevas necesidades
sociales. Por lo expuesto, se resaltamos las palabras de Carriazo et al.
(2020):
Las nuevas
dinámicas sociales y las tendencias hacia la descentralización de los sistemas educativos
generan que los docentes directivos asuman nuevos roles, tengan la capacidad
para actuar de manera autónoma y tomar decisiones que le permitan acceder al
mundo globalizado de la educación y de la sociedad en general. (p. 87)
Corresponde a la gestión educativa generar los
cambios necesarios en atención a las dinámicas sociales. La educación debe
estar permanentemente actualizada para asumir los desafíos planteados, lo que
genera necesariamente que el rol de la gestión directiva apunte al cambio,
apunte a la planificación estratégica como herramienta de gestión que guíe a la
IES dentro de un estándar de calidad en el servicio, sin dejar de lado a las
oportunidades para mejorar.
Para cerrar estas ideas, es necesario, además, al
considerar lo aquí descrito, destacar que en las prácticas actuales de las IES
es necesario generar cambios en la cultura de planificación y que éstos (los
cambios) apunten a mejorar el nivel de la ejecución de las metas
institucionales, esto se traduce en mejorar los siguientes conceptos:
· La organización: para
aplicar un estilo de desarrollo organizacional que permita a las IES adecuar
sus estructuras a las nuevas necesidades, dando una importancia capital a las
dependencias donde se genera la planificación estratégica.
· La eficiencia: para
ofrecer los resultados esperados, que fueron debidamente planificados.
· La gestión: a través
de la incidencia de los directivos de las IES para favorecer una cultura de
planificación.
· El liderazgo: que
permita asumir desde el nivel directivo la responsabilidad en la toma de
decisiones para favorecer los cambios necesarios en el momento requerido.
Tomando estos conceptos clarificados, las IES
podrán implementar una cultura de planificación con liderazgo gerencial que
favorezca al cambio, sin miedo a este, principalmente aquellos que son
necesarios para que sigan funcionando, ofreciendo productos con la calidad
esperada, solucionando las controversias que surjan dentro de la gestión, y tomando
las mejores decisiones tendientes a mejorar el funcionamiento institucional.
Las IES deben tener en cuenta, con relación a
lo que se viene explicando, si en verdad existe la voluntad de estas -como
organizaciones- para generar el cambio, lo siguiente:
a.
Instalar la cultura de planificación;
b.
Definir estructuralmente los niveles de planificación para la
planificación estratégica y la operativa; y,
c.
Definir qué dependencia deberá llevar adelante el diseño,
seguimiento y la evaluación de esta; y, cómo serán consideradas las
informaciones resultantes de estos procesos, para que se orienten en último
término a la toma de decisiones.
3.2.
La gestión del cambio
Está claro que para la gestión del cambio que
se oriente a la generación de beneficios para la organización, se deben
considerar factores como el desarrollo organizacional, el acompañamiento y la
dirección de la gerencia educativa, desde la cual se deben planificar
detallando, no solo necesidades técnicas, sino también el contexto social y la
riqueza de los talentos humanos que puedan ser íntegramente aprovechados.
Debido a las necesidades, a nivel global,
existen iniciativas que nos obligan a realizar profundos cambios en el ámbito
organizacional y educativo:
Se hace
eminentemente necesario pensar en un sistema organizacional y una gerencia
educativa desde una visión más holística, que tome en cuenta no solo la parte
técnica sino también la parte social y humana. (García y García, 2016. p. 20)
La praxis administrativa debe estar orientada a
la gestión del cambio, sin que esta sea provocada por un simple factor exógeno
aislado, sino debidamente tenido en cuenta dentro de la planificación, generada
desde la gerencia o el nivel directivo de la organización. En este sentido, lo que se
pretende expresar es que la gestión no debe responder sólo
a estímulos, sino que debe contar con una ruta trazada de su trayecto
con herramientas que son proporcionadas por la Planificación
Estratégica.
Gestionar y planificar el cambio no son cuestiones
sencillas, se necesitan herramientas de apoyo y firmes decisiones estratégicas,
organizacionales, administrativas y humanas (por sobre todas las cosas). Si
gestionamos la educación, tenemos como misión principal la formación de
profesionales y líderes, por lo que el liderazgo gerencial es muy importante al
momento de gestionar el cambio.
Aquí conviene mencionar lo expresado por en el
material de la CEPAL, al respecto de la planificación estratégica:
La
planificación estratégica es un proceso continuo que requiere constante
retroalimentación acerca de cómo están funcionando las estrategias. En el
sector privado, las organizaciones tienen señales de su desempeño a través de
indicadores claros, tales como las utilidades, los retornos sobre la inversión,
etc. (Armijo, 2011, p. 17)
De lo expresado acerca de la planificación
estratégica, las IES no dejan de ser organizaciones que requieren de
retroalimentación de su medio, y que esta sea un retorno de aquello que estaba
propuesto como meta. En este sentido, a medida que profundizamos en la lectura
de la obra de Armijo, se observa lo importante que es dentro de una
organización la gestión del cambio por medio de los procesos, para instalar la
cultura de la productividad, una visión que implique, no horas de trabajo, sino
productos necesarios para el cumplimiento de las metas. Para esto, es necesario
que los sistemas de gestión administrativas (que son el soporte de la
organización) estén más referidos a la eficiencia y a la operativización del
logro de las metas, no a la complicación en la consecución de estas.
Hay que expresar también que Laloux (2017)
refiere que en la actualidad mucho se habla de reingeniería de los recursos
humanos, cuando en realidad lo necesario es un redescubrimiento de capacidades
intelectuales, creativas y humanas de las personas que forman parte de la
organización, ya que esto también forma parte de la gestión planificada para el
cambio; no hablamos sólo de recursos financieros sino del valor de las personas
para la organización. Este valor debe ser capital en la gestión del cambio y un
tema recurrente en la agenda de los gerentes educativos, lo cual no implica
permanentes cambios de personas, sino del valor agregado que ellas representan
para la organización, dentro de los procesos de cambio. Por esto la
planificación debe apuntar a la estrategia de las mejores personas en los
mejores espacios de gestión del cambio.
Conviene decir que planificar para el cambio
dentro del ámbito educativo implica no solo lograr metas y objetivos, sino que
hacer que se produzca el fenómeno educativo, y no desde dentro del aula sino
desde un ámbito anterior a las aulas. Al respecto, retomamos a Carriazo et
al. (2020) cuando dijeron:
Para el
proceso de planificación educativa se tiene en cuenta las dimensiones política,
jurídica, administrativa y humana ya que el contexto educativo está conformado
por estas dimensiones, que pueden ser sistemas complejos pero que tiene un fin
y es hacer efectivo y eficaz el derecho a la educación. (p. 89)
Haciendo propias sus palabras, conviene expresar
que la gestión del cambio dentro de las IES es un proceso que requiere
decisiones fuera del ámbito de enseñanza y aprendizaje, desde la gestión
directiva planificada. Ella no debe estar desprovista de la comprensión del
contexto político, jurídico y del ámbito de la realidad de la vida humana
social. La gestión directiva para el cambio debe tomar los componentes de estas
dimensiones con miras a transformarlas en objetivos y metas a corto, mediano y
largo plazo, componentes que no sean solo aquellos que apunten a llenar
formalidades, sino que permitan a las IES colocarse en el centro de la
formación; y, que esa formación esté basada en una planificación educativa que
apunte al cambio permanente con miras al crecimiento y la evolución para
adaptarse a las nuevas exigencias de la sociedad.
El gestor educativo debe, entonces, usar la
herramienta de planificación con la finalidad de reconocer y conocer el mundo
que le rodea a fin de proveer a la IES de un paradigma educativo basado en las
necesidades del medio de manera ordenada y con las informaciones necesarias de
las dimensiones que Carriazo et al. (2020) mencionan concretamente, para
avanzar en la gestión del cambio, pero que esta sea planificada, no fortuita ni
mucho menos improvisada.
3.3. La gerencia
educativa
En este punto, es importante referirnos al
concepto de la gerencia, ya que, para reducir procesos innecesarios, se debe tomar
en cuenta a las personas desde sus potencialidades, mejorar la eficiencia de la
organización y gestionar el cambio del que venimos hablando. Es muy importante
contar con líderes comprometidos con los valores y la misión institucional,
dispuestos a llevar adelante la gestión planificada de los cambios,
para lo que
deberán contar con conocimientos orientados a la gestión
administrativa y hacerlo con la visión desde el plan estratégico diseñado como
herramienta para la gestión del cambio, por lo que debe contar siempre con una
visión (no acotada) de la realidad presente y futura. El gerente líder debe
estar al frente de los procesos de la gestión del cambio, ejerciendo el
liderazgo técnico y organizacional, siempre preparado para tomar las mejores
decisiones en favor de la organización.
Siguiendo esta misma línea, el liderazgo
gerencial debe estar provisto de algunas características esenciales para
ejecutar la gestión del cambio, como la toma de decisiones y la conciencia de
la complejidad que requiere administrar, dirigir y gestionar organizaciones
educativas, por lo que conviene citar a Ojeda Ramírez (2016), pues en el ámbito
de la gerencia educativa:
Para hacer que
la planificación estratégica fuera adoptada en el ámbito de la gestión
educativa, los especialistas y estudiosos de la educación y los organismos
internacionales, sobre todo de la educación superior, contribuyeron
argumentando sobre la importancia, pertinencia y ventajas de su uso. (2016. p.
122)
Si no se toman en cuenta estos aspectos que
mencionamos (a los que agregamos el de complejidad y el estado de conciencia de
la organización), el liderazgo gerencial debe asumir la conciencia de que la
organización posee vida propia, pero que necesita dirección, tomar conciencia
de que las decisiones apoyadas en un equipo que le permita una visión más
holística y darle un carácter integral. El peso del éxito o el fracaso de la
organización por lo general recae sobre el o los líderes. Es necesario contar
no solo con un directivo o gerente, sino uno que desarrolle un liderazgo
positivo en la conciencia de la complejidad de la organización y en su
necesidad de logro de los objetivos de manera innovadora o creativa, pero sin
descuidar que ellos hayan estado debidamente declarados en una planificación
orientada a la gestión del cambio. A todo esto, se le suma la propuesta de un
liderazgo educativo emergente, un líder que surja de las necesidades y
problemas actuales, el liderazgo enfocado en la participación de la comunidad,
incluido como parte de la gestión estratégica para el cambio.
La gerencia en una IES es más compleja porque
implica recorrer la planificación organizada desde los requerimientos de las
dimensiones política, jurídica y del ámbito de la vida humana, no es una
planificación tendiente solo a cerrar la entrega de algún producto, se trata de
un bien público y de un derecho como lo es la educación, por lo tanto quien se
ocupe de estar al frente de una organización como una IES debe
necesariamente poseer un liderazgo académico y gerencial que le
permita la gestión del cambio organizado con miras a la satisfacción de las
necesidades del medio, tal y como lo expresaron Carriazo et al. (2020)
cuando dijeron:
El directivo
docente debe poseer amplias cualidades, entre ellas el liderazgo pedagógico,
que se entiende por ser el equilibrio inteligente entre la gestión a corto
plazo (liderazgo gerencial) de las funciones administrativas y una visión a
largo plazo (liderazgo visionario) de las funciones docentes. (p. 89)
La gerencia educativa se diferencia de las
demás por sus ámbitos de aplicación y la necesidad de extenderse hacia dos
direcciones: la pedagógica y la que corresponde a la gestión escolar
administrativa, que es el ámbito donde como líder de la organización
educativa debe propiciar los cambios significativos que les permitan a las IES
avanzar hacia el logro de objetivos que no estaban trazados dentro de la
planificación primera, pero que con la visión y liderazgo gerencial se
deben incorporar para lograr los cambios necesarios en correspondencia. Los
cambios no deben ser meros caprichos, sino que los resultantes del análisis de
las dimensiones que vinculan a las IES con su ejercicio habitual para
desarrollar sus funciones misionales. La gerencia educativa tiene una
responsabilidad más amplia, porque su deber le compromete a generar el cambio,
por ello quien ejerza la gestión o quien realice la conducción de la IES debe
desarrollar las aptitudes y actitudes para una gestión del cambio, pero
planificada.
En ese
sentido, se busca que el nuevo gerente educativo adquiera un profundo
conocimiento del desarrollo evolutivo del individuo, de las formas como
aprende, de sus intereses y necesidades básicas y de su realidad sociocultural.
(García y García, 2016, p. 42)
4.
Consideraciones finales
Luego de todo lo que se ha dicho, brota de
nuevo las preguntas en este trabajo: ¿hacia dónde debe ir la gerencia educativa
en la actualidad?, ¿cuál debe ser el camino para tomar por esta gerencia?, ¿qué
tipo de gerentes necesitamos en las IES? Para estas no tenemos una sola
respuesta, pero lo cierto y concreto es que el contexto educativo actual
requiere de un liderazgo gerencial ocupado no solo en el simple cumplimiento de
metas y objetivos, sino uno tendiente a gestionar, sustentar y sostener los
cambios que se dan naturalmente dentro de la organización, o aquellos que, como
la pandemia, nos alejaron del rumbo trazado, por lo que debe ser un líder
comprometido, capaz de enfrentar el cambio con los fundamentos filosóficos y
epistemológicos necesarios, predispuesto a la gestión participativa. La gestión
planificada del cambio requiere una atención especial a los fenómenos que hemos
mencionado en este trabajo, sin descuidar a la educación como fenómeno social.
Al mencionar a Heráclito, se coincide en que el
cambio es una constante en la vida y las organizaciones, por lo que no
debemos «temerlo» sino que gestionarlo, que es a lo que Laloux (2017) llama reinventar a
las organizaciones, darles de manera permanente una nueva visión
de las cosas y, sobre todo, que las organizaciones deben evolucionar, siguiendo
lo que decía también Heráclito, de que nadie puede bañarse
en el mismo río, porque deberían ser diferentes cada vez,
evolucionar. Con esto vemos que el liderazgo gerencial tiene una importancia
capital.
Por último, las decisiones deben tomarse desde
un liderazgo gerencial, con enfoque de cambio constante, mediante la praxis
administrativa basada en la planificación; esto garantiza no solo el éxito de
la organización sino también que la gerencia esté a la vanguardia en las
decisiones que favorezcan al cambio. En este sentido, la planificación debe
ejecutarse debidamente por los demás actores encargados de llevar los cambios
–planificados– adelante; son los encargados de poner en marcha la praxis. Una
organización que no planifique para el cambio tiende a la ineficiencia, y por
ende a no responder a las problemáticas actuales. Una organización educativa
debe tener un líder gerencial que tome las mejores decisiones a la luz de su
base filosófica epistemológica, que es su planificación estratégica, orientada
al cambio y a la praxis administrativa eficiente.
Agradecimientos
Al equipo del doctorado en educación del
Instituto Nacional de Educación Superior y en especial de la cátedra «Artículos
científicos», por el impulso en esta etapa personal profesional.
Referencias
bibliográficas
Armijo, Marianela. (2011). Planificación estratégica e
indicadores de desempeño en el sector público. NN. UU., CEPAL. https://repositorio.cepal.org/handle/11362/5509
Carriazo Díaz, Cindy; Pérez Reyaes, Maura y Gaviria Bustamante,
Kathelyn. (2020). Planificación educativa como herramienta fundamental para una
educación con calidad. Utopía y Praxis Latinoamericana, 25 (Esp.
3), 87-94. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=27963600007
García, Lane y García, Jesler. (2016). Gerencia Educativa
Emergente: Prospectiva para la gestión educativa del tercer milenio.
Fundación Koinonia.
Laloux, F. (2017). Reinventar las organizaciones (8.a
ed.). ARPA Editores.
Ojeda Ramírez, M. M. (2013, enero-junio). La planificación
estratégica en las instituciones de educación superior mexicanas: de la
retórica a la práctica. CPU-e, Revista de Investigación Educativa (16),
119-129. https://www.redalyc.org/pdf/2831/283128328007.pdf
Autor
Derlis M. Martínez Fernández
Es licenciado
en Filosofía por la Universidad Católica de Paraguay, especialista en Gestión
de la Calidad Educativa por la Universidad Iberoamericana, magíster en Asuntos
Públicos y Gobernabilidad por la Universidad Columbia del Paraguay, posee la
especialización en Gestión de Gobierno por la Universidad Camilo José Cela de
Madrid, España. Es doctor en Educación por el Instituto Nacional de Educación
Superior (INAES). Actualmente se desempeña como director académico del
INAES; además, es docente de carreras de grado en cátedras de ciencias sociales
y ciencias de la educación, así como docente de posgrado en cátedras de
investigación y docencia para la educación superior.
Esta
obra se publica bajo licencia:
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eISSN 3078 4913