Normas éticas
INSTITUTO NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Dirección de Investigación
Normas éticas del INAES para trabajos científicos, investigaciones y publicaciones
(Aprobadas por Resolución institucional N.° 356/2022)
El fin de estas normas es orientar la conducta ética de la comunidad académica y científica del Instituto Nacional de Educación Superior «Dr. Raúl Peña» de Asunción del Paraguay y de las personas que colaboran en la realización de sus proyectos, trabajos de investigación, tareas, producciones académicas, tesis, trabajos finales de grado, escritos científicos, ensayos, estudios, experimentos, publicaciones y similares.
Los investigadores, estudiantes, profesores, autores, editores, coordinadores, directores, productores, miembros de comités, revisores, traductores y organizadores -entre otros- deben cumplir con las obligaciones éticas que les atañen como tales al momento de planificar, realizar, presentar, entregar, revisar, evaluar, defender o publicar trabajos académicos, investigaciones y estudios.
Los principios éticos en la investigación se nutren de diversas fuentes, pero en particular prestan especial atención a la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), la Declaración de las Naciones Unidas sobre educación y formación en materia de derechos humanos (2011), la Declaración Universal de la Unesco sobre la Diversidad Cultural (2001), los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS, 2015-2030), el Convenio 169 de la OIT (1989), el Pacto San José de Costa Rica de la OEA (1969), el Manifiesto de Sevilla sobre la Violencia (Unesco, 1989), la Constitución Nacional de la República del Paraguay (1992), la Ley N.° 4995 de Educación Superior (2013), la Ley N.° 1328 de Derecho de Autor y Derechos Conexos (1998) y el Código de Ética del MEC (2007).
Sin perjuicio de que además deban respetarse, en cada caso, los correspondientes códigos profesionales o de carreras; se establecen como principios a manera de guías para los trabajos científicos, investigaciones y publicaciones del INAES (aunque se alentará de preferencia el desarrollo de la frónesis)[1] a los agrupados a continuación:[2]
- De los responsables de las investigaciones y estudios
Responsabilidad: el investigador tiene responsabilidades ante sus colegas, pares, institución, comunidad y la sociedad toda; estas se refieren a sus actos, a sus palabras y a sus omisiones. Además, es muy importante que tome un especial cuidado ante las posibles consecuencias sociales, políticas, económicas, psicológicas, ambientales y sanitarias de sus trabajos y de la difusión de estos; con atención a los usos potencialmente peligrosos (previsibles) de los que pueden ser objeto.
Debe cuidar entre otras cosas: la actuación con conocimiento de causa, la medición adecuada y oportuna de los peligros potenciales, la prevención de riesgos, la atribución adecuada de responsabilidades, la comunicación correcta de los resultados, la aspiración a la imparcialidad, la objetividad de la ciencia, y el carácter público del conocimiento.
Puntualidad: se guía por la idea del cumplimiento de los plazos y los compromisos asumidos, y por la necesidad de obrar correctamente en caso de precisarse ajustes a los mismos. Cuando sea inminente o previsible un incumplimiento, se recomienda informar con anticipación para la adopción de medidas adecuadas.
Conflictos de intereses: deben establecerse procesos y mecanismos para detectarlos y evitar que ocurran; además, en caso de que se den, realizar los cambios correspondientes para que no ejerzan ninguna influencia. La honestidad intelectual hace necesaria declarar siempre los posibles conflictos de intereses.
Nadie debe actuar como juez y parte a la vez, ni afrontar situaciones en las cuales la imparcialidad pueda ser afectada o estar en duda; sea en carácter de redactor de tesis, miembro de mesa examinadora, evaluador de artículos, asesor, revisor, investigador, etc.
Disposición a rectificar y retractarse: los seres humanos somos perfectibles, y por lo tanto debemos estar dispuestos a corregir, enmendar, reparar o cambiar aquello que sea necesario para mejorar nuestras relaciones, nuestros conocimientos y nuestras vidas. Los investigadores estarán dispuestos a corregir, restaurar o reparar de la mejor manera posible, en atención a sus errores o los del equipo.
Veracidad y honradez: las introducciones y los contenidos, así como los resultados, las recomendaciones, los análisis y las discusiones finales de las investigaciones, deben escribirse y presentarse ajustándose siempre a la verdad (conformidad entre hechos e ideas o pensamientos). Se indicará adecuadamente cuando se tratase de datos objetivos o empíricos, hechos investigados, opiniones o interpretaciones personales. Asimismo, debe aclararse correctamente cuando los resultados muestran solo tendencias, opiniones, gustos, percepciones o pareceres.
La ciencia y la Filosofía buscan la racionalidad (o lo razonable) y la verdad, por lo que sus practicantes se atendrán a esto, orientándose con la honradez, la sinceridad, la buena fe, la decencia y la información precisa.
Además, el investigador luchará contra la corrupción y evitará cualquier situación que pueda implicar complicidad con actos antiéticos o ilegales.
Objetividad: la misma es un ideal o aspiración científica, pero que marca el camino hacia el cual dirigirse. Se la debe fomentar y se deben buscar ―en todo momento― los métodos, técnicas y prácticas para acercarse a ella, en la medida de lo necesario y posible.
Rigor y validez científicos: todos los trabajos deben seguir procedimientos o métodos científicos usualmente aceptados; lo cual se hará con rigurosidad, claridad, información y controles adecuados.
Las publicaciones se deben responsablemente avalar, por procesos que serán los más exactos, claros y actualizados posible.
Transparencia sobre financiaciones: informando de manera clara, debe reconocerse a quien o quienes hayan financiado las investigaciones y las publicaciones, así como a quienes contribuyan con recursos para su realización; sean de origen estatal, privado, mixto o independiente.
Autoría y contribuciones: deben atribuirse listando de forma completa, precisa y clara a todos los que hayan aportado a los trabajos; a su concepción, diseño, traducción, análisis, redacción, revisión y/o aprobación.
Es una conducta inaceptable la autoría fantasma por omisión o falta de identificación de autores con contribuciones sustanciales, o por la atribución a grupos, equipos o comités, sin especificar los nombres de los integrantes o de los participantes.
En el caso de trabajos grupales, los autores serán citados según la decisión conjunta, en lo posible empezando por quien haya contribuido más (aparecerá primero). Si las contribuciones fuesen de similar valor, los nombres se ordenarán alfabéticamente. Personas que no hayan contribuido en ningún caso podrán aparecer, los llamados autores de regalo o invitados, incluidos a manera de homenaje, por su estatus o renombre, o por otro motivo; pero en deshonestidad intelectual.
- Sobre los objetos de investigación y los participantes
Beneficencia (proporción de costo/beneficio favorable): los estándares de buenas prácticas serán los más elevados posibles, considerando en todo momento la relación y proporción entre los costos y beneficios de las investigaciones, de la participación en las mismas y de la continuidad en ellas. Evitar causar dolor o sufrimiento innecesario a animales que pudiesen estar involucrados, siguiendo prácticas, declaraciones y normas nacionales e internacionales.
Confidencialidad y salvaguarda de la privacidad: el anonimato de los participantes debe estar garantizado de acuerdo con la naturaleza del trabajo o siempre que ellos lo requieran. Los datos privados deben ser estrictamente respetados y resguardados.
Consentimiento informado y expreso: hace referencia a los seres humanos que tomarán parte de las investigaciones o podrían ser afectados por las mismas; quienes deberán estar al tanto de las posibles consecuencias de su participación, así como de la utilización que se daría a la información y datos obtenidos.
Atención a la diversidad y a menores: se prestará un cuidado especial en todo trabajo, experimento o investigación que implique la participación directa o indirecta de personas con discapacidad (PcD), de menores de edad o de grupos vulnerables. Se guardarán recaudos especiales ante la mínima probabilidad de ocurrencia de consecuencias indeseadas, ante lo cual se extremarán las precauciones e incluso se planificará de manera diferente el trabajo o se reemplazará por otro.
Antes de involucrar a menores de edad, se solicitará la autorización de los directivos de las instituciones, de los profesores o de los padres y tutores –según cada caso–.
No discriminación y respeto a la identidad: la dignidad de los humanos y sus derechos están por encima de cualquier fin u objetivo de nuestros trabajos. Ninguna persona debe ser tratada de manera tal que sea marginada, discriminada o segregada por condiciones como sexo, género, etnia, raza, nacionalidad, origen, edad, orientación sexual, condición social o económica, características físicas, capacidades, lateralidad, etc. Tampoco se debe actuar de tal forma que se pueda provocar que otras personas se sientan discriminadas, segregadas o marginadas.
Trato adecuado a las personas y cortesía: significa tomar siempre a las personas como fines y no como el medio de las investigaciones, valorando su autonomía; esto implica respetar la dignidad propia de cada una garantizar el bienestar, evitar cualquier forma de manipulación, tratar educadamente y con respeto a todos, y aceptar las decisiones tomadas, entre otras cosas. Este principio incluye el trato decoroso, cortés y profesional entre todas las personas, dirigiéndose por las vías y las maneras correctas en caso de diferencias. Las discusiones académicas y metodológicas se harán con rigor científico y fundamentando las propuestas u opiniones.
Valorización institucional: significa orientar nuestro trabajo al cumplimiento de la misión y visión de nuestra institución y tratar adecuadamente a todos sus miembros. También incluye la atención a los mecanismos y procedimientos propios de aquellas instituciones con las cuales trabajemos, que serán objeto de investigación o que podríamos afectar.
Este principio implica dirigirse apropiada y adecuadamente a sus directivos, docentes, estudiantes e integrantes, aceptar en forma correcta las decisiones informadas y tener consideración especial hacia las particularidades de cada una. La prudencia es, por lo tanto, un valor relacionado.
- En cuanto a otros trabajos, investigaciones o publicaciones
Debate académico: se fomentará por parte de los comités , integrantes de mesas, directivos e investigadores. En todo momento se criticará el trabajo y no a los autores, evitando los ataques personales, ofensas y generalizaciones apresuradas.
Juego limpio y revisión independiente: los escritos o compilaciones no se presentarán para revisión de manera simultánea a más de una revista. Las evaluaciones y revisiones deben realizarse sin atención a la persona; sino que, al trabajo mismo, al contenido de la investigación o publicación. En el caso de las publicaciones arbitradas ―a fin de evitar los sesgos, conflictos de intereses y preferencias―, los revisores no conocerán la identidad de los autores, y viceversa.
Integridad científica y coherencia: está terminantemente prohibido el plagio total o parcial, así como también falsificar o manipular tanto los datos como los resultados obtenidos. Los trabajos podrán contener hasta un 25 % (veinticinco por ciento) de material publicado previamente por el mismo autor u otros, adecuadamente referenciados.
Honestidad intelectual: los derechos patrimoniales y morales (sean de autor, marcarios o de patentes), en todo momento deben respetarse; además de realizarse la atribución adecuada, sean reservados, libres o mixtos. Esto implica la prohibición de utilizar cualquier material con derechos reservados sin contar con las autorizaciones respectivas (sean imágenes, fotos, textos, videos, músicas, audios, fórmulas, test, etc.). Además, el autoplagio es inaceptable.
Por otra parte, se alentará la denuncia a quienes inciten al citado forzado, práctica de incluir innecesariamente a trabajos de amigos, docentes cercanos o asesores en las referencias bibliográficas.
Reconocimiento de fuentes: las investigaciones precisan citar clara y correctamente las fuentes utilizadas, en todos los casos, incluyendo los trabajos que han contribuido de manera indirecta.
Colaboración: los investigadores deben estar dispuestos a recibir colaboraciones o aportes, y a trabajar en equipos cuando la naturaleza del trabajo lo requiera. Además, deben reconocer las contribuciones. La institución fomentará los trabajos multi, interdisciplinario e investigaciones integradas.
- Vinculación con las comunidades y con la tierra
Consideración a las culturas y al patrimonio: debe prodigarse una especial atención para lograr el respeto y la promoción a las diferentes culturas, en sus costumbres, tradiciones, cosmovisiones, lenguas, prácticas, etc. Las investigaciones y publicaciones deben cuidar no ofender la sensibilidad de los diferentes grupos humanos. El patrimonio local, regional, continental y mundial (tanto material como inmaterial), no deberá ser afectado negativamente ni expuesto a riesgos de daño.
Promoción y vigencia de los derechos humanos: ninguna investigación podrá atentar contra los derechos humanos, restringirlos o fomentar su incumplimiento; se buscará una mayor promoción y vigencia de estos.
Fomento a la paz: en ningún caso las investigaciones deben conducir o predisponer a la generación de violencia, el resentimiento, el odio, la discriminación, los estereotipos, la segregación ni la injusticia social. El desarrollo de nuestras sociedades implica la transformación pacífica de los conflictos, el entendimiento a través del diálogo entre las partes y la valoración a toda forma de vida.
Sustentabilidad: este principio implica buscar siempre las formas de trabajar que favorezcan la conservación y la continuidad de la vida, así como la regeneración de los sistemas o de los bienes naturales, si fuese posible. También significa no dañar ni perjudicar al medioambiente, cuidar y no maltratar a los animales ni a los ecosistemas, promover la sustentabilidad, y evitar realizar actividades que puedan generar directa o indirectamente violencia hacia otros seres vivos, la biodiversidad o la naturaleza.
Valor social o comunitario: todo trabajo investigativo debe tender a la mejora de la calidad de vida, el bienestar de la población o de las condiciones de las personas y de la biosfera en general. Las investigaciones tenderán a promover y difundir la práctica de las virtudes humanas.
Acceso público: las investigaciones y los instrumentos utilizados para la realización de estas, deben atenerse a los fines de difusión del conocimiento y de extensión, propios de las realidades de la educación superior.
La ciudadanía tiene derecho a acceder a los informes de las investigaciones.
[1] Phronēsis denominaba Aristóteles a la sabiduría práctica; capacidad de discernir cómo o por qué actuar virtuosamente, o para mejorar nuestras vidas.
[2] La clasificación se realiza con fines meramente analíticos.